“Nos gusto por la tranquilidad que se vivía en el pueblo”

Siendo siempre parte de una iglesia evangélica que en principio ellos concurrían a la localidad de Henderson, vieron la necesidad de tener un espacio propio para los urdampilletenses y con el aval correspondiente pudieron ponerla en funcionamiento.

En este sentido, remarcó que no fue fácil llegar a las familias de la localidad ya que siempre fue marcada por la iglesia católica, pero con el correr de los años fueron viendo los cambios y hoy están totalmente identificados como una institución que progresa y que está a disposición de la comunidad.

“Uno es un instrumento de la obra de Dios que solo intenta trasladarla a la comunidad”

Alicia aseguró que si bien la situación sanitaria ha hecho que no puedan congregarse la gente sigue contactándolos de manera virtual e incluso su marido mantiene video llamadas con los internos de la UP N.° 17 a quienes hasta antes de declarada la pandemia visitaba con frecuencia.

“Se extraña el no reunirse, sabemos que son momentos muy complicados y la gente necesita acercarse a Dios, pero sabemos que es muy difícil, pero sabemos que vamos a salir adelante”

Al mismo tiempo no puede desprenderse de la mano de Alicia la gran obra del Comedor Los Pichones que si bien no reúne a las familias para almorzar por las sabidas cuestiones sanitarias, si se realiza la entrega de las viandas para que quienes más los necesitan y contaban con ese plato de comida puedan seguir teniéndolo.

En este sentido contó que tienen muchos proyectos para con los niños que van al comedor que ya cumplió sus 14 años, pero la realidad sanitaria no le permite proyectar con claridad, aunque sin dudar sabe que en agosto algo deberá pensar para agasajar a los niños en su dia especial.