Fiel a su impronta lugareña, Abel transitó muchos kilómetros para dar a conocer-en comunidad-la edición de su libro ‘Caminé con Ellos’. Ya jubilado como docente hace algunos años, recopiló valioso material en su camino, que va publicando y transparentando hacia sus lectores.

“Escuchando Radio Rural de Uruguay, apareció un aviso que publicaba versos de un escritor de 9 de Julio”

Zabala cuenta que mientras estudiaba en Santa Fe, cuando tenía 20 años, alternaba sus viajes ‘a dedo’ y en tren, comenzó a conocer payadores de todo el país. “Me vine desde Casilda a dedo en un camión que transportaba piedra hacia Olavarría. Me descolgué en el puente, en 9 de Julio y fui a la casa del autor de ‘Los Trinos del Payador’ (Veros Gauchos), Juan Pedro Carrizo, domiciliado en dicha ciudad. Lo conocí y ya me quedé hasta el día siguiente, y él mismo comenzó a darme direcciones de otros payadores”, contó.

“En mi opinión Carlos Molina es el más grande payador de todos los tiempos”

Abel reveló que comenzó a escuchar payadores desde los 9 años, que siempre supo que era su pasión. Nominó a Molina como ‘el más grande de todos los tiempos’, más allá de notorios payadores que ha seguido y recogido sus versos. “Luis Alberto Martínez estuvo muy cerca de Molina, con versos que marcaron un antes y un después en la historia.”

Resumió el avance de los payadores, y al respecto valoró las dos presentaciones que han tenido en el mismísimo Teatro Colón. Sin soslayar las horas de radio y televisión que ocupan en sus participaciones.

“Desde hace veinte años, comenzó a revalorizarse el canto alterno, a través de un movimiento iberoamericano”

Zabala relacionó el crecimiento, la resignificación y la puesta en valor del canto alterno, con la presencia en los medios. Con la búsqueda de nuevas plataformas de difusión y nuevos escenarios. En tal sentido, consideró que la opinión de los payadores es diversa, citando –por ejemplo-su presencia en las domas y jineteadas “Muchos payadores consideran que en este tipo de espectáculos no los favorecen, porque son monótonos y repetido, que no le aporta a su profesión”, destacó.

“El mandato de José Hernández fue cantar opinando, con fundamento, y cortar por lo duro”

El escritor desmenuzó el arte de cantar opinando, de convertirse en el vocero de los pueblos, de expresar lo que siente la gente, siempre con el mejor fundamento.

“Estamos asistiendo a tiempos donde el lenguaje fragmentario y deficiente, es aceptado en la comunicación. El verso hoy está recibiendo modificaciones importantes, debido al giro en la conducta y el idioma del hombre. Lo interesante es saber que esos cambios se están realizando sin violentar los patrones de identificación de cada uno de los pueblos, dentro de su música y sus formas estróficas tradicionales. Esto permite que en los encuentros lleven su cultura en sus versos, y que a través de ellos, podamos conocer a su pueblo, cantando sus cosas y lo que su pueblo siente”, sentenció.