“La verdad que fue un día hermoso, después de haber tenido un gran remate. Al menos, los que me conocen saben que, hace años, más de 20 que organizo muchos remates por mes. Y yo creo que este es uno de los grandes remates que, que al menos en mí, marcó un antes y un después, porque Jamás había visto tanta gente y tan buenas ventas con tanta conformidad”

“Hemos venido durante ocho días, desde las ocho de la mañana, las ocho de la noche y hemos dejado todo porque es lo que corresponde cuando a alguien le brindan los bienes para defender. Hay que tratar de dejar todo, como todo orden de la vida. En la vida no hay que hacer lo que se supone, si no hay que hacer lo que se debe”

"Por momentos tuvimos más de 400 personas, verdaderamente un salón del Club Atlético Urdampilleta totalmente colmado"

Aniceto había marcado en el pueblo una conducta impecable con la gente, porque no escuché de una persona que me hablara mal de él, es muy difícil que alguien no esté conforme por algo, nada que ver, te podrían decir que era un tipo recto que había que sabérselo llevar, pero ha marcado una conducta en un pueblo que no es muy fácil de marcar.

La gente fue y apreció el cuidado de las cosas, apreció la dedicación que tenía un hombre que había dedicado todo para lo que tenía. Porque realmente las herramientas, como los muebles, como todo tenían un cuidado que era realmente de Aniceto.

Me queda solamente agradecer a todos lo que hicieron posible que este remate marcara un antes y un después. Se vendieron todos los lotes, los campos, la camioneta y la vivienda.

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