En el lugar se presentó una cabina simuladora donde las personas podían entrar y percibir los fuegos artificiales de la misma forma que lo hacen los niños con autismo. “Se pide que para fechas especiales o fiestas se utilicen sólo juegos de luces” remarcó Gallego.

Al respecto, Lorena expresó que “es una cuestión de empatía, ponerse en el lugar del otro, lograr visibilizar esta problemática y desde el Estado, pensar políticas para acompañar a las familias”.

Sentimientos encontrados en la Plaza San Martín, donde una joven que probó la cabina, salió de ella muy conmovida por la pena que le causaba el sufrimiento de los niños autistas y mascotas a causa de la pirotecnia.

Por su parte, Mercedes Candia, Profesora de Educación Especial y concejal, sentenció que “Se ha avanzado mucho, creo que somos una de las localidades más inclusivas de la provincia".

Hugo también dialogó con Sara, quien se definió a si misma como muy cercana a los niños y destacó el acto de iluminación de color azul de los sitios destacados allí.

“Como experiencia personal, escuchar la pirotecnia en la cabina es muy emocionante, es ponerse en los zapatos del otro, dos niños salieron llorando de ella por la emoción” expresó María.

Marita, referente de Equinoterapia, indicó que “se extraña la actividad, yo siento a los niños como una parte de mí y ellos igual, se destapó la discapacidad y por fin ellos tienen los espacios que merecen”.

Todas coincidieron en que pronto se dará la vuelta de sus actividades y esperan ansiosas ese momento.

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