Sr. DANIEL  LEDESMA.  Texto por el aniversario del secuestro de Omar Dinelli en Urdampilleta el 23 de noviembre de 1975.

ANÉCDOTA de CAZA

El viejo Citroën 2cv color mostaza parecía galopar por la falta de amortiguadores. Aun así llegaba todas las mañanas cargado de liebres para la venta.

Los ocupantes del vehículo se veían cansados pero no desertaban en la tarea comenzada. De polera marrón y vaquero el conductor era el sacerdote Omar Dinelli. A su lado con la carabina y  siempre atento al entorno se sentaba “Yuyi” Casali.

Era un martes muy frío y nublado cuando Casali después de haber dormido toda la mañana para reponerse, almorzó con Araceli y se encaminó para la parroquia encantado y motivado por la cosecha de la noche anterior.

Al llegar, Omar lo estaba esperando sonriente. Y allí entonces la sorpresa.

-Necesitamos comprar mas balas para esta noche- comentó Yuyi.

-Huuuuu, yo no tengo un mango- contestó el cura.

-Pero… no te pagaron las liebres?,  Que pasó?

-Es que cobré y de regreso compré todos los ladrillos y los materiales para la canchita-, explicó el Padre ante un Casali nervioso que tosía y se rascaba la cabeza sin comprender.

Fueron duros aquellos días pero para el verano la canchita estuvo terminada con los vestuarios edificados detrás de la parroquia. El campeonato reunió a todos los pibes del pueblo para el entusiasmo de sus padres.

Esta anécdota nos pinta a un Omar genuino, pues era hombre de vivir con lo puesto. Siempre con los bolsillos flacos.

Era extremadamente austero pero notablemente emprendedor. Don Roque Spaltro lo acompañó mucho en las tareas parroquiales y le consiguió algunas horas de docencia en el Instituto Secundario para sus gastos cotidianos.

Actualmente en Francia con mas de setenta años, dedica su tiempo a niños dañados por las adicciones en un pequeño pueblo cerca de Marsella.

Osvaldo Navarro, Noviembre 2017.