“Fue un golpe muy grande, pero no podía dudar, ya que teníamos los camiones trabajando y no alcanzaba para pagar otro chofer”

Marta contó que una enfermedad coronaria se llevó a su marido, con la crudeza de saberlo, y pedirle a la familia que siguieran adelante. “Fue muy difícil, debíamos viajar constantemente por la enfermedad que padecía mi marido. Y muchas veces no sabía si íbamos a volver, ya que su salud estaba muy deteriorada. Y cuando quedé sola con mis hijos, teníamos cuatro camiones trabajando, dos de mi marido y dos de mi cuñado. Trabajaba con nosotros Héctor Barrena, desde los 15 años y le hicimos el carnet, y me hice cargo de conducir el otro camión. Primero empecé con fletes cortos, como po ejemplo a Bolívar, Daireaux y otros destinos cercanos a Urdampilleta”.

“Teníamos un convenio con 'Estancia El Porvenir' por el que debíamos viajar todos días a Bahía Blanca”

“Esta situación no me dejó mucha elección, ya que la estancia tenía que cumplir con el cupo diario de entrega en el puerto. Entonces Barrena conducía el otro camión, y yo realicé mi primer viaje sola a Bahía Blanca. Conocía a tres camioneras en esos viajes y los hombres jamás nos faltaron el respeto, nos trataron de lo mejor. En uno de esos viajes, me puse a tomar mate con un camionero que viajaba con dos hijos, ya que había quedado viudo, y no tenía con quien dejar a sus hijos. Entonces me di cuenta que la gente tenía problemas difíciles, y no solamente me tocaba a mí. Florencia, mi hija tenía más o menos 9 años a esa altura, Sebastián tenía 14 y Nacho entre 17/18 años. Yo trabajaba en el colegio donde estoy hace 31 años, pero tenía tareas pasivas. No tenía muchas alternativas si quería que a mis hijos no le faltara nada”, señaló.

“Néstor (su marido) cuando falleció alcanzó a hablar con nuestros hijos, y les pidió que estudiaran, que se ayudaran entre ellos. Y hasta ahora venimos cumpliendo como él quería”

Marta contó que su marido falleció en su propia casa, y minutos antes logró hablar con sus tres hijos, a quienes pidió ayudaran a su mamá y estudiaran, que fueran buenas personas. “Hasta hoy venimos cumpliendo con el deseo de Néstor, quien ya hace 9 años que falleció. Para poder conducir durante 5 años el camión, debí hacer todos los exámenes y cumplir con todos los requisitos que siempre exigieron. Al tiempo debimos vender los camiones porque ya no tenía vida, ya que veía a mis hijos los domingos un ratito”, afirmó en la entrevista radial.

“Mi sueño es ver a mi hija siendo Abogada”

Fue consultada sobre su sueño máximo, respecto del futuro de sus hijos, manifestó: “Sebastián ya se recibió y me gustaría que Flor lograra culminar su carrera de abogacía. Ella trabaja y juntas lo vamos a lograr, no es fácil ni sencillo pero tenemos la fuerza suficiente. Me ha tocado superar muchos obstáculos y por eso también me nace ayudar a la gente que puedo, más que nada a los niños”, sentenció.