En los mapas figura dada las digitalizaciones que por adelantado hace la Dirección Vial, dependiente del Ministerio de Infraestructura Bonaerense. Esto a su vez se correlaciona con los datos que poseen los GPS empleados para orientar a los vehículos, que extrañamente desvían por supuestas rutas pavimentadas, generando muchos inconvenientes apunta la UDUV.

De acuerdo al informe brindado por la UDUV, la red vial de la provincia de Buenos Aires tiene una extensión de 36.632 kilómetros, de los cuales sólo 10.657 kilómetros están asfaltados. Esto significa que unos 25.975 kilómetros, poco más del 70% de la red de jurisdicción provincial, están compuestos por rutas de tierra.
El dato explica, en parte, por qué para los vecinos y productores rurales del interior se vuelve un calvario el traslado entre pueblos y campos cada vez que la Provincia es azotada por un temporal intenso, como sucedió en 2012 y que dejó varias zonas aisladas. Una de ellas fue Magdala (partido de Pehuajó), donde en 2010 la otrora Ministra de Infraestructura, Cristina Alvarez Rodríguez, el Intendente Pablo Zurro y el Delegado local, Angel Tiano habían contagiado de expectativas a lugareños al referir al pronto inicio de la pavimentación del acceso a Ruta 86. Hasta hoy, esta comuna y otras de la zona protestan por el olvido de este tipo de promesas y el uso o desvío de los fondos de estas obras para otras áreas.

Las cifras sobre caminos asfaltados y de tierra son oficiales y pertenecen a la Dirección de Vialidad provincial, que funciona bajo la órbita del Ministerio de Infraestructura de la Provincia, aclara la UDUV que interpela al Sr. Gobernador Daniel Scioli al corregirle que no se han hecho 4.000 kilómetros de rutas nuevas, ya que se trata de 134 kilómetros y en Zona Vial VIII ninguno. Ni siquiera la “Ruta del cereal”, que desde 2008 espera por al menos uno de un total de 20 kilómetros del primer tramo.

También pueden confirmarse, con un nivel menor de actualización, en el Consejo Vial Federal, un organismo que depende de la Nación y que está constituido por la dirección de Vialidad nacional y los organismos similares de todas las provincias argentinas.
De hecho, la red vial del país está administrada en forma conjunta por el Estado Nacional, los estados provinciales y los municipios, con diferentes grados de responsabilidad.
La red vial de jurisdicción nacional, que une a las principales ciudades del país e incluye los accesos a la Capital Federal, tiene en la provincia de Buenos Aires unos 4.700 kilómetros de rutas, íntegramente pavimentados.

En este contexto, la UDUV aclara que la provincia de Buenos Aires es la que menos kilómetros construyó junto con la provincia de Tierra del Fuego; y los dos mandatos de Daniel Scioli, junto con Felipe Solá representan los de menor obra o inversión vial.

Asimismo, la UDUV explica que con el fin de mejorar la red provincial, se creó el Fondo Compensador de Mantenimiento y Obras Viales –ley 13.010- a través del cual los municipios reciben recursos financieros en proporción a la longitud de kilómetros de la red vial provincial de tierra que atraviesa su distrito. Estos fondos deben destinarse al mantenimiento y conservación de los caminos, que son imprescindibles para la producción rural, pero según el último estudio rubricado por la UDUV, no se emplearon íntegramente para este destino, al igual que sucedió con los Fondos Hídricos que se gravan en los combustibles.

En tanto, la red vial que depende de Nación, en tanto, tiene un panorama opuesto a la provincial: el 90,5% de sus rutas son pavimentadas (algunas en buen estado, otras en pésimo), el 2,6 % de tierra y el 6,9% de ripio.

En relación a estas postergaciones, el Coordinador General de la UDUV, Ignacio Zavaleta indicó que esa organización “emitió un informe y pedido sobre los casos de Acceso Henderson-Ruta 65, Ruta del Cereal y rutas 60, 66 y 70… pero no hay respuestas, y mientras tanto estamos en lucha para que se mantengan al menos las pocas rutas que existen en la región. Pero hay que también mirar el mediano y largo plazo, pero la política actual está como encajonada en el pasado, es decir, ir actuando sobre situaciones extremas, y con mucho marketing que no condice con la realidad y es sumamente costoso.”

Por otra parte, sobre el análisis técnico, otro miembro de la UDUV, Jorge Lapena opinó que “esto habla de exigir lo ya presupuestado y asignado de partidas, porque si hablamos de nuestro parecer, hay que sumar una mayor cantidad de obras en relación a los presupuestos y terminar con los desvíos de fondos y la lógica de concesionar con trámites y mecanismos interminables para su concreción. No se ha invertido siquiera en máquinas en cada Zona Vial y así están las rutas bonaerenses… y las explicaciones oficiales ya no pueden rebatir nada y por eso vemos que los funcionarios escapan a los medios o preguntas cada vez que ven aparecer a la UDUV.”