Alejandra comentó que ella viajó un día antes hacia la localidad de Sierra Chica hospedándose en la Parroquia Nuestra Señora de Luján, partiendo a las 4:30 de la mañana pasando por Hinojo, donde el padre de la Casa Parroquial le dio su bendición, explicándoles cómo se iba a llevar a cabo la peregrinación, ya que cuentan con gente que ayuda a los peregrinos.

Partieron de la Iglesia San Cayetano de Liniers, donde el Padre Pablo Lodeiro les dio su bendición nuevamente y arrancaron caminando. Anteriormente los colaboradores de la Parroquia le entregaron una bolsa de frutas para consumir en el camino.

 “Es maravilloso ver tanta gente con el sentimiento de fe”

“Todos caminan de distinta maneras, con remeras identificadoras, en agrupaciones, más rápidos, más lentos, algunos escuchando música, otros rezando el rosario, por cada punto que pasamos todos te alientan para continuar en el camino”, expresó.

Alejandra fue acompañada por Abigail Acosta y Pablo Porta, dos grandes amigos que cosechó gracias a las actividades de la Parroquia, ya siendo la segunda vez que realizan la peregrinación juntos.

“La ropa adecuada para realizar esta actividad son zapatillas ya usadas, que no sean nuevas, abrigo, curitas, plantillas, medias para cambiar en el camino, talco tratando de llevar lo mínimo en la mochila, ya que después de un largo trayecto de caminar el peso se comienza sentir”, argumentó Alos.

“Llegamos a las 4 de la mañana aproximadamente; tardamos 16 horas”

“Cuando llegamos a la Basílica fue maravilloso ver la Imagen de la Señora de Luján, es algo inexplicable, cuando se pasa por frente a la virgen y uno piensa en su familia, sus amigos y se  comienza a pasar por la cabeza la cara de cada uno de aquellos que se piensa”, dijo. “Además uno piensa en aquel vecino que se encuentra pasando por alguna situación difícil, pidiendo por ellos, por la comunidad parroquial y tratando de que todas las intenciones lleguen a la Virgen”.

“Es una experiencia maravillosa, aquel que la hace no se arrepiente”

“La bendición fue la lluvia, ya que cuando llegamos a los micros para regresar se largó a llover torrencialmente, por lo que dormimos todo el camino de regreso, y eso así, llegamos con diferentes dolores musculares, pero felices”, destacó.