“Creo que puedo basar mi interés por el campo desde haber protagonizado a los 15 años, un viaje de a caballo”

Althabe fundó los primeros conocimientos en un viaje que encaró, de estancia a estancia, con un amigo. “Teníamos 15 años y emprendimos en viaje de acaballo, con tropilla adelante. Parábamos en las estancias, si había alguna changuita la hacíamos, sino los caballos comían y continuábamos viaje. La experiencia se extendió por más de un año y medio y nos marcó la vida a los dos: a mi amigo y a mí”, sostuvo en la entrevista radial.

“Siempre trabajé con los caballos, me gustaba el adiestramiento, la doma y todas las actividades”

“Yo atendía campos de bonaerenses que habían comprado en Mendoza, hasta que vino una fuerte crisis, ellos vendieron estas propiedades y decidí volver a mi lugar de origen. Conocí a la mujer que hoy la madre de mis cinco hijos, y además de los trabajos que debía hacer para mantener  mi familia, comencé a dar los primeros pasos en la pintura. Una actividad que comenzó como hobby, pero después-desde el año ’76 de forma ininterrumpida-no me detuve más. Exponiendo mis trabajos por todo el país”, sentenció Althabe.

“Mi segunda pasión es el tango”

El artista plástico es un eximio bailarín de tango, al que define como ‘uno de los más completos para expresarse, ya que interpreta los cinco sentidos del ser humano’. Contó además, que esta pasión también nació de su relación con el campo y llegó para quedarse. “Me gustó unir ambas cosas, porque el tango me llevó al exterior, donde pude llevar mi cultura. Desde hace diez años estas dos pasiones me abrieron nuevos horizontes”, definió.

Julián Althabe, artista plástico, bailarín de tango y profesor de tango junto a una de sus hijas. Estuvo en la Biblioteca Popular, Domingo Faustino Sarmiento, con motivo de exponer sus pinturas en la presentación del libro de Abel Zabala.