“Mi primera impresión de la localidad es que es un pueblo 'campero' y a la vez cálido”

Siendo la primera vez que está en Urdampilleta, el padre Juan Seveiro expresó su trabajo misionero. “Los hermanos de la comunidad cristiana nos recibieron muy bien, compartimos una merienda, salimos a caminar, y recorriendo casa, me invitaron a tomar mates sinceramente todo muy lindo”.

El padre nacido en Ayacucho, localidad que depende de la diócesis de Azul, y de la cual depende Urdampilleta, comentó que su vida religiosa tiene unos 30 años, entre años de formación y 22 años de sacerdotes. “Toda mi carrera casi transcurrió en la diócesis de San Nicolás en el norte de la Provincia de Buenos Aires, y estuve en varios pueblos. En esto de hacer misiones recorrí la Patagonia, en el NEA y NOA, por lo que dios me ha permitido conocer mi argentina y la cultura de nuestro pueblo”.

“Estoy solo en la vida, soy hijo único y hace muchos años falleció mi padre y no hace tantos mi madre”

De esta manera relató: “Teniendo 15 años, fui a estudiar a Tandil lo que se conoce como la escuela granja (escuela agrotécnica) viví en un pupilaje, luego pasé a la universidad y sin terminar la carrera de veterinaria me fui al seminario donde me tocó una vida social muy intensa”.

En cuanto a la parroquia Cristo Rey opinó: “La iglesia me pareció muy lindo, la casa parroquial es muy cálida, y como decía la gente de la parroquia es muy fraterna”.

Y agregó: “Los jóvenes necesitan de nuestra presencia y compañía, como nosotros necesitamos a ellos porque si no hay jóvenes no hay futuro”, en cuanto a la participación del grupo misionero.