“Me fui a estudiar a los 18 años y una compañera me invitó el Club Ciudad a probarme, allí empezó mi historia en el vóley”

Garbari conserva los tiempos de respuesta del interior, maneja muy bien sus definiciones, con un idioma coloquial, encajado en el contexto informal, pero severamente claro. Comenzó a desgranar su historia cuando practicaba este deporte en Urdampilleta, definida por sus amigas ‘la rompía y nosotras éramos de madera’.

“Hay momentos en los que tenés que decidir entre estudiar, trabajar o jugar, no es una situación sencilla”

Marianela contó “Estuve a punto de dejar de jugar, porque estar de manera permanente ligada a este deporte, también te desgasta. Pero llegó esta convocatoria que me revitalizó las ganas. Desde hace ocho años que se trabaja bien desde la Federación, y ahora se ven los resultados”, enfatizó.

“Este auge hizo que mucha gente viera vóley femenino y logramos transmitir muchas cosas a la gente. No nos podemos comparar con ‘Las Leonas’, pero haber logrado clasificar a un Juego Olímpico es el mejor objetivo. Hay un montón de gente atrás que trabajó para llegar a este punto, compañeras que quedaron sin participar, pero que hicieron su esfuerzo para que el grupo lo hiciera posible. El entrenador evalúa el rendimiento de cada una de nosotras y decide cómo encara cada compromiso. Si bien en el torneo mantuvimos un rendimiento sostenido, antes de tomar la decisión de elegir las 14, pesa cómo estás con el volumen de juego”, aseguró.

“Lo planteamos partido a partido, porque las características de los equipos que debíamos enfrentar era diferente”

Garbari se refirió al desarrollo del torneo clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Río, que se desarrollarán desde el 5 hasta el 21 de agosto, con la presencia de más de 10.500 deportistas de 206 países. “Sería cumplir un sueño de toda la vida poder estar, falta mucho todavía, pero voy a trabajar para mantener mi nivel de juego y esperar que el entrenador me convoque. Respecto del clasificatorio, sabíamos que iba a ser difícil, pero lo planteamos partido a partido, ya que Uruguay, Chile, Colombia y Perú juegan distinto y la estrategia que propuso el entrenador fue adecuada a la exigencia de cada rival. En el último partido, ante Perú, estábamos 2-0 arriba, pero anteriormente este seleccionado nos había dado vuelta un partido, por lo tanto logramos bloquearlas y no dejarlas hacer su juego, como lo pidió el técnico, y terminamos ganando 3-0, y logrando la clasificación tan esperada”, destacó.

“Siento el cariño de mi gente en cada momento, y realmente es muy lindo saber que están pendientes de este deporte”

Repasó sus comienzos para el Centro de Educación Física (CEF), por el año 1988 hasta que el tornado voló el techo del Club Industria. “Son los recuerdos que siempre atesoro, con la enseñanza de Edgardo Esteban (Profesor de Educación Física), y mis compañeras de Urdampilleta. Jugábamos tanto al handball, cesto, vóley muchas veces sin conocer el reglamento o tener experiencia, con el mismo de chicas participábamos en cuanto torneo había”, recordó.

Consultada sobre su retiro en el futuro, manifestó que no lo piensa, que estuvo a punto de dejar de jugar, pero este logro renovó sus expectativas. Agradeció el cariño de su gente, el recibimiento increíble en el pueblo, con más de 100 personas y el móvil de Bomberos Voluntarios. “Es muy lindo que nuestro pueblo se conozca por estas cosas, que te escriba gente antes y después de un partido, y que mis amigas estén tan cerca”, sentenció.