Viernes 29 de Marzo de 2024

INSTITUCIONES

17 de enero de 2017

Teresa Fragomeni de Achaga: 'Estoy muy contenta que los ancianos de la localidad, tienen un lugar donde pasar sus últimos días'

Teresa Fragomeni de Achaga, fundadora de la 'Casa Hogar' que lleva su nombre, habló en su aniversario número 30, a través del móvil de Antonella Ramírez por, 'Radio Urdampilleta.

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Teresa haciendo historia de la Casa Hogar de Ancianos de Urdampilleta comentó que el hogar fue fundado el 15 de enero de 1987, cuando ella tenía 70 años.

Conversando con unas compañeras del Instituto de Enseñanza Secundaria donde dictaba clases, señalaron el problema de atender a un anciano y después etener que ir a dar clases. Las tres pensaron de abrir un asilo de ancianos, pero ella volvió a su casa y siguió proyectándolo.

Todo comenzó pensando dónde alquilarían una casa , pondrían a dos mujeres y repartirían gastos, fue así designaron a Emilia Páez y una sobrina de Teresa, donde pasando los días los vecinos de la localidad.

Comenzaron a solicitar espacio para alojar a sus ancianos familares

Luego, familiares de ancianos comenzaron a solicitarle lugar para alojar a más de ellos, pero la casa les resultaba chica y así fue aumentando poco a poco la gente que fue ingresando al hogar,

Fragomeni viajo a la ciudad de Bolívar a dialogar con el intendente de turno  quien la ayudó muchísimo en esa época. Además, expresó que en ese momento mantuvo diálogo con un médico, quien le preparó un menú de cuatro comidas para los ancianos.  

Así pasaron los días y formo una gran cantidad de ancianos y esto la obligaba a cambiar de casas porque les resultaban chicas, la última que habitaron fue la de Varela donde ya en ese hogar tenía 20 ancianos aproximadamente. Teresa en ese momento recordó que en el predio del hospital, más precisamente en la esquina con calle Italia ya habían comenzado a construir los cimientos para un posible hogar y fue así que la fundadora luchó para que se construyera el edificio actual, el mismo día que se terminó la obra de construcción Teresa y con tres empleadas acondicionaron el espacio y se trasladaron al actual hogar, contando con un ala con 4 habitaciones, el pasillo y su baño correspondiente para varones, una galería grande separando al otro corredor con 4 habitaciones de mujeres, donde entraban 3 camas por habitación.

La Casa Hogar seguía creciendo

En ese momento no contaban con cocina, comento, por tal motivo Teresa compró una cocina y comenzó a que se cocinara en la casa hogar de ancianos, la primera noche ella fue a su casa hizo una sopa muy grande y los abuelos disfrutaron de una rica sopa, la ropa si lavaban en el lavadero del hospital, pero ella quería ser más independiente siempre contando con la ayuda de su hija Marta, las hermanas Vicente y  su sobrina Irma Achaga.

Creció notablemente la cantidad de adultos alojados

De cinco ancianos que comenzaron al día que lo tuvo que dejar por su enfermedad el hogar quedó con 40 ancianos, organizado y ya no dependían de la municipalidad, además Teresa les había conseguido la personería jurídica, con la cual luego formaron una comisión a la cual destacó por su labor como así también el personal con el que contaban. El personal que tenían a las 6 de la mañana ingresaban la cocinera, dos mucamas, lavandera y salían a las 14 horas, siendo otro grupo el que las remplazaban hasta las 22 horas. Luego ingresaban dos serenas.

Teresa siempre pensando en los ancianos solicitaba a las instituciones que los niños fueran al hogar en fechas especiales a realizarles alguna representación, siempre les buscaba alguna actividad para mantenerlos activos

Además, destacó a Abel Nievas quien la ayudó mucho, cuando ella abrió el hogar, Abel le posibilitó la compra de un televisor y sillas.

Informó también que se recorrió todo el pueblo para reclutar socios que abonaban 2 pesos por mes,  con lo recaudado y también recibiendo donaciones, organizó un viaje hasta  la ortopedia de la ciudad de Bolívar y adquirió camas ortopédicas para los ancianos. A lo largo del tiempo,  creció el hogar construyéndole un ala más, donde ingresaban 12 ancianos más.

“Yo estaría encantada de recorrer ese lugar que hace treinta años imagine que era necesario organizar en Urdampilleta. Encantada iría a recorrer y estoy muy contenta que los ancianos de la localidad no se encuentran abandonados, sino que tienen un lugar donde pasar sus últimos días”, sostuvo.

“Si necesitan un asesoramiento que no duden en consultarme que yo los voy ayudar” expresó.

“Le deseo al hogar que caiga en manos de gente generosa, de gente que apoya a los ancianos, porque no todos están con lucidez”.

“Amé el Hogar tanto como a la Escuela 22, la Iglesia e Instituto de Enseñanza, instituciones  por los cuales he dado todo. Llegando casi a los 100 años con el alma llena, dejando todo para atender las entidades que me hice cargo”, concluyó.

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